viernes, 9 de octubre de 2015

mortandad sin vestigios

                                                  


Una noche, a las 3 de la mañana me despertó un sonido extraño como un silbido.   Tuve curiosidad pero a la vez temor, apenas me asome por la ventana  y una sombra se presentó  ante mí, tenía un cuerpo extraño con brazos demasiados largos se  quedó inmóvil evaporándose  en unos segundos. No les conté  a nadie lo sucedido prefería averiguar antes de quedar como un enfermo ante mi familia y amigos. Decidí quedar despierto a la misma hora que apareció el forastero,  y esta vez se presenció dentro de mi habitación, comenzó a llevar todo lo que había en esta. Como explicaría lo sucedido, traté de hablar con ese fenómeno pero me ignoraba por completo. Esa noche estuve trabajando, y al entrar en mi casa y dirigirme hacia mi dormitorio   vi un vacío como si nunca existiera tal habitación. Esta vez decidí comentar a mi familia lo del  aquel extraño visitante y lo sucedido. Ellos  me ignoraron, descubrí que  no eran los mismos, algo extraño había transformado sus rostros., permanecían   inmóviles, mirando hacia la única ventana que quedaba de la casa, y con pasos bruscos, unos a unos se fueron por la ventana, aunque quise detenerlos no lo logre, tenían  fuerzas  inhumana. Miré  hacia  la ventana para ver si estaban afuera, pero solo vi una pared. Mi familia había desaparecido, ni siquiera me repuse de mi perplejidad  cuando escuché  ese silbido que me despertó en una habitación  apenas iluminada y, al lado mío había otras personas que no conocía, estaban dormidas pero  despiertas en mi realidad.