Una noche, a las 3
de la mañana me despertó un sonido extraño como un silbido. Tuve curiosidad pero a la vez temor, apenas
me asome por la ventana y una sombra se presentó
ante mí, tenía un cuerpo extraño con
brazos demasiados largos se quedó
inmóvil evaporándose en unos segundos.
No les conté a nadie lo sucedido prefería
averiguar antes de quedar como un enfermo ante mi familia y amigos. Decidí
quedar despierto a la misma hora que apareció el forastero, y esta vez se presenció dentro de mi habitación,
comenzó a llevar todo lo que había en esta. Como explicaría lo sucedido, traté
de hablar con ese fenómeno pero me ignoraba por completo. Esa noche estuve
trabajando, y al entrar en mi casa y dirigirme hacia mi dormitorio vi un vacío
como si nunca existiera tal habitación. Esta vez decidí comentar a mi familia
lo del aquel extraño visitante y lo
sucedido. Ellos me ignoraron, descubrí
que no eran los mismos, algo extraño
había transformado sus rostros., permanecían inmóviles,
mirando hacia la única ventana que quedaba de la casa, y con pasos bruscos, unos
a unos se fueron por la ventana, aunque quise detenerlos no lo logre, tenían fuerzas inhumana. Miré hacia la ventana para ver si estaban afuera, pero
solo vi una pared. Mi familia había desaparecido, ni siquiera me repuse de mi perplejidad
cuando escuché ese silbido que me despertó en una habitación apenas iluminada y, al lado mío había otras personas
que no conocía, estaban dormidas pero despiertas en mi realidad.