domingo, 22 de noviembre de 2015

Notas del Destino(23/11/15)

Pasaron dos semanas que murió aquel engendro, resultaba un poco dudoso lo que comente sobre su muerte, Escribo estos hechos a que llamare "Notas del Destino" , porque así es cuando me siento mejor, puedo releer y revivir lo que hice con mi hijo, con la satisfacción que le elegí un hermoso destino al lado de Dios. Retomando a lo que sucedió  en  aquella noche, no hubo discusión entre nosotros.  Escuche el golpe del portón que  acostumbraba a realizar esa acción demasiado torpe con sus puños. Esta vez me hice el dormido  dejando  que mi esposa le abriera el portón, luego le dio ese medicamento que lo hace dormir así no vuelva a salir para drogarse.  Espere una hora en mi cama y  después  aproveche para ir a su dormitorio, estaba con una remera sucia de atlético, no tuve tiempo para despedirme, temía que alguien me impida mi acción, aquella que pensé  más de seis años. Mis dedos se incrustaron en su cuello, lo suficientemente  fuerte le apreté para dejar que salga gotas de sangre de su nariz, lo solté y le tome el pulso, No se escuchaba latido alguno, ya había muerto. Llame a mi esposa, ella apareció agitada, y  la pequeña luz que entraba de la venta me hizo ver  su cara, una mirada fija hacia  su hijo y un estremecedor  llanto, lo cual percate para decirle,  ya no renegaras el estará mejor que nosotros.  

martes, 10 de noviembre de 2015

Notas del Destino 10/11/2015

La lluvia golpeaba la tierra removiendo desechos ocultado tras el tiempo. Algo golpeo mi puerta sabía que era él; siempre se acostumbraba a venir después de medianoche, todos los días he tratado de tener un mínimo de esperanza que mejore un poco tras la rehabilitación, pero empeoraba notablemente. No  volví a ser el mismo de antes, ni una sonrisa ni hablar con mis otros hijos de un tema o tomar una cerveza con un familiar. Todo cambio, era un títere impulsado por las circunstancias. Estaba medicado para no  agravar con mis nervios la situación; al mirarme al espejo estaba como muerto, no había  brillo en mis ojos;  una mueca amarga arrastrada por mis pesares dibujaba mi fisonomía. Volví a escuchar golpes aún más fuertes, decidí abrirle la puerta, y comencé a decirle que ya nos había cansado con sus adicción, que en el otra rehabilitación ya no podía quedarse debido a que escapa o hacia algo malo a las personas que trabajaban allí, y ahora que pedí una restricción vuelve a violentar mi casa queriendo robar para consumir esa maldita droga. Y él seguía parado  diciendo maldiciones  e injurias. Mi esposa se quedó en la cama porque era común que haya discusión entre nosotros, pero algo estaba fuera de control, todo los que aguante se desbordo  y puse mis manos en su cuello, escuche como los frágiles huesos se quebrantaban, su rostro se tornaba  rojo y al soltarlo palidecía, dejo de emitir cualquier sonido, mi mujer se agarraba la cabeza, lloraba desconsoladamente. En ese momento no escuche ni pronuncie palabras, tenía mis manos coloradas debido a la fuerza que utilice para matar a mi hijo, sentí que una tranquilidad invadía mi cuerpo. Me llevaron al psiquiátrico, mi esposa e hijos solo me miraban  desde lejos, quizá sea un desconocidos  para ellos. He logrado liberarme y liberar a mi hijo de la única manera, su muerte.