Odiaba cuando mi padre
se refería a la mayoría de las mujeres como unas prostitutas, sin importar la
edad de las mismas ni su situación económica. A la mañana escuchaba sus quejas por cualquier situación por
pequeñas que fuera ante los ojos de la familia, el las convertía en enormes problemas porque tenía
mucho odio sobre un pasado que me canse de escuchar. Está envejeciendo se
agrava más su mente. También me considera una puta, varias veces me lo dijo, quizá soy un estorbo. Capaz nunca se le paso por la mente si
realmente era un buen padre, porque el mismo no lo quería saber o no le
importaba. Como les comentaba desde la mañana hasta la noche cultivaba cierto odio,
se nos fue implantando a cada integrante de la familia, esparciéndose por
nuestro cuerpo, pudriendo nuestra mente. Podía sentir en cada momento que compartía
con alguien me, me estaba lastimando sola. Aunque no lo niego soy una excelente
actriz, ocultando así el engendro de
maldad que crece en mi cuerpo. Comencé a ser una prostituta, el placer que solo
experimentaba cuando estaba con un hombre, y el cariño que me daban algunos de ellos. Solo uno logro ver tristeza en mis ojos. Me envolví
sola en fantasías, dejando de lado esa perversidad con la cual me criaron. Fue un gran problema el enamorarme, porque Damián
no sentía lo mismo. Eso fue destruyéndome en inagotables y oscuros días; fue abriendo cada parte de lo reprimido
de mi pasado. No sabía si realmente estaba
viva y eso me confundía. Volví hacia la plaza para encontrarme con Damián.
Ese día era demasiado frío, como en cada
encuentro él estaba antes esperándome parado en dirección en donde sabía que vendría.
Cuando lo vi, no pude mirarlo por mucho tiempo, tenía en mente una sola cosa,
que estuve ideando por varios meses. Presentí amor en ese encuentro, pero me contradecía
porque yo no sé de amor. Cuando nos acercamos en ese momento acaricio
mi mejilla y me dio un beso; y antes de que sus labios se separaran de los míos,
empuñe aquel filo y le incruste en su pecho. Sentí el cálido liquido escurrirse
en mis manos. Es esto el amor que jamás he sentido ni desearía sentir. He nacido
para odiar. Ya estarás fuera de mi mente, y no podre soñar contigo.
viernes, 14 de octubre de 2016
viernes, 7 de octubre de 2016
Notas sobre amantes
Mi aroma queda tan distinto en la piel de aquellos hombres,
algunos lo marcan en su memoria de por vida,
si es que se enamoran; pero la mayoría solo buscan gozar, no lo niego a veces
la paso tan bien. No soy una prostituta, pero debería serlo. El placer viaja por mis venas hasta reproducirse como un virus en mis órganos
sexuales. A veces he jugado con hombres y muchas veces perdí,
porque me enamore. Fui muy impulsiva en
muchos de los casos, he dejado al
descubierto lo que realmente soy, sin embargo ellos siempre tienen en mente lo que quieren, es dejar todos sus
problemas laborales, o tal vez los conflictos con su pareja, para sentir sus ardientes
orgasmos cuando me penetran. En el momento de hacer el amor puedo sentir
como si viajara por otros lugares desolados, aquel lugar que temo ir sola,
pero voy con ellos, de alguna u otra manera, me acompañan. Mis amantes, siempre
están incompletos, algo les faltan, ellos lo saben pero quieren ignorar que están
de alguna manera vacíos. Cuando salimos de
la habitación de un hotel, cada uno a
su casa, Después me mandan un mensaje
para ver si llegue bien, otros me dicen que le pareció una hermosa noche, pero
en común de todos es que dejan de
escribirme, por un día, dos hasta tres
incluso pueden pasar meses. Pero vuelven como las olas al mar, aunque siempre
naufragio ante ellos. Esta vez me
enamore, y perdí la cordura. Aquel hombre se llevó todo de mí. Lo pensé, recordé e imagine
tantas veces, que olvide realmente quien
era. Ese hombre se alejó completamente. Es
difícil explicar la sensación el sentirme despreciada por alguien que ame. Fueron cuatros meses de aventuras, sentí que
nos amábamos, en cada mirada, abrazos, caricias, besos; compartíamos nuestra pasión
que era interminable, a veces después de tener relaciones me invitaba a cenar, y hablamos sobre nuestros días ,los
miserables y rutinarios días. La última vez
que nos vimos, fue extraño como si supiéramos
que ya no nos veríamos más. Hicimos
ese viaje, hacia aquél lugar deshabitado,
en donde lo perdí porque soltó mi mano; se escuchó un silencio, y en esa soledad
quise encontrarlo, era demasiado tarde,
no habrá retorno ante tal destino.
miércoles, 31 de agosto de 2016
Lejanía de tu sentir
Vas dejando aromas fugitivos en mi piel
Tus besos son un encantamiento
Y tu mirada es la hipnosis de mis sueños
Fue así como fuiste seduciéndome
Hasta en las noches el viento me trae tu perfume
La sombra de un árbol se figura en ti
La agonía de que no me ames
Esa perpetua distancia encarceladora
Aunque solo buscas las fugacidades del deseo
Te he dibujado en mi
mente
Imborrable retrato
Que atormenta mis anocheceres
Me alejare de ti
Y antes de que
consumas mi cuerpo
Me entregaré a la realidad.
martes, 30 de agosto de 2016
Un adios sin ritual
Dolió tanto sentir esa distancia. Aunque la verdad me fui creando otra persona
que no eras tú; necesitaba ser amada, viendo y considerando que no querías más que mi amistad, debido a eso,
algo en mí murió, desde ese momento sin
importar más nada me lance a un vacío. Ni siquiera era yo, y tampoco no quería ser la que era, acostándome con
cualquier hombre que me plazca, porque así
no encontraría el amor. Dejaba que usaran
mi cuerpo, satisfacía sus deseos y luego una migaja de cariño para que luego esfumen. No soy un animal para domesticar,
quiero estar libre, aunque a veces soy
la que coloco una jaula y me encierro en la misma. Desde que te conocí no quise
estar con ningún otro hombre, ni hablar, ni mirarlos, ni lo deseaba como antes. Solo quería que seas mío, y
así me entregue completamente. Recuerdo siempre cada encuentro en el mismo lugar de siempre, tu
bella sonrisa, tus apasionados besos y cálidas caricias en mis cabellos, tus abrazos fueron
una contención que no experimente nunca en mi vida, sin embargo me llevabas a
la cama como lo otros hicieron en algún momento conmigo, pero la sensaciones
eran distintas, pude sentir el placer y el amor entrelazándose con los pocos días que nos encontrábamos. Cuando sucedía todo esos rituales no quería
que te marches, aunque mis ojos decían quédate un rato más, tú desaparecías, también tus mensajes y llamadas dejaron de existir.
Tus pretextos fueron creciendo con el tiempo,
preparabas una actuación ilógica, y me decías que trabajabas y no tenías tiempo
para verme. Las mentiras fueron descascarándose hasta me entere que tenías a otra mujer. Esta vez ha muerto una parte de mí, un dolor inmenso recorrió mi
cuerpo apoderándose del mismo, para darme cuenta que eres como los otros. El aroma
de mi piel fue repartida como los azahares al viento, me despoje de todo, sin
entregarme a nadie más, toda mis fuerzas utilice para concluir contigo. Ahora
me miras fijamente, mostrando tu real mirada fría, sin sentimiento, y sin vida.
Tus ojos no se cerraran jamás, así me veras partir para no volver a verte.
domingo, 17 de julio de 2016
La noche siniestra
Al despertar todo estaba igual, mi ropa sobre la silla, el
televisor encendido mostrando el mismo vídeo sobre aquellos cuerpos desnudos dándose
placer. Anoche le dije a ese hombre una
gran noticia. Me siento extraña, no solo
porque hicimos el amor, es algo más, que invade e invadirá mi mente por siempre. A veces recuerdo la primera
vez que me enamore, y duro cinco años, cuando él me puso una pastilla adentro
de mi vagina, y me dio un vaso de agua con otra pastilla, según él era solo un
retraso menstrual, sangre como nunca; y tarde me di cuenta que se fui una parte
importante de mí, por eso después termine
esa relación aunque el daño persistía. Y conocí a este hombre, aunque era más amable,
y me trataba bastante bien, tenía un modo de actuar que me hacía dudar, pensé que
tenía otra mujer, debido a las llamadas constantes que según era de un amigo,
solo nos veíamos una sola vez a la semana. Comprendí que era por su trabajo, entre otras cosas que
me decía debido a eso no tenía tiempo para mí. Las noches fueron llenando ese vacío,
no podía dormir. Me imaginaba toda una vida compartida junto a Daniel, en
ese momento pensé en tener un hijo, algo que me había quitado hace cinco años;
entonces decidí dejar de tomar las
pastillas anticonceptivas. Siempre pienso como será ese hijo. Seriamos una
familia feliz, no le faltara el cariño,
nadie le hará daño. Tendría que casarme, imaginé el lugar de la boda, hasta
nuestra luna de miel. Antes que nada le diría la noticia a Daniel. Esa noche hicimos como nunca el amor, sus ojos
delataban su adoración hacia mí, y yo admiraba a mi futuro esposo, sentí como
su semen iba ingresando en mi vagina, con eso es suficiente para nuestro bebe. Se
lo dije —amor estamos esperando a un bebe (nunca pensé que su rostro palidecería
de esa forma, se desfiguraba). Y me contesto— no puede ser, si te cuidas —Esta
vez deje hace semanas las pastillas —Te puedo dar unos medicamentos, y se solucionará
nuestros problemas.
En ese momento
no aguante más, recordé años anteriores,
un gran tristeza suprimía cada parte de mí. Fui a la cocina para hacerle la
cena, el seguía viendo esas pornografías. Terminó de comer, y de repente cayo
de la cama, su cuerpo estaba temblando y le salía espuma t por la boca y la nariz, tenía una
mirada dirigida hacia mi pancita. Puse despacio el televisor y dormí a su lado.
Por fin seremos una familia.
jueves, 23 de junio de 2016
Metamorfosis de amor
Con su mirada
penetrante en esa parcela de tierra seca, Armando, con un
palito trazaba figuras irreconocibles
por debajo de sus zapatos gastados, no se fijaba lo que estaba haciendo
tras los recuerdos que vagan irremediables en su mente. El recordaba tantas veces que se
confrontaba con ella, y recurrían a
esas interminables discusiones,
trataba de justificarse explicándole mediante un dibujo en la arena. Pero esta
vez fue demasiado tarde, su falta de
puntualidad que cometió, hasta su olvido
de encontrarse en ese mismo lugar que estaba ahora. Eso no se perdonaba,
sentía la culpa del horrible suceso del que
sucedió hace muchos años, volvió a trazar las últimas líneas con cierta
debilidad fue cayendo lentamente como una pluma de ave. Su cuerpo boca abajo,
sus labios besaron la tierra, y así se hizo boceto para rencontrarse con ella.
martes, 21 de junio de 2016
Señales imprevistas
He soñado algo espeluznante.
No sé cómo pude trasladarme a ese galpón
oscuro, que estaba en medio de los
cañaverales; vi una niña que se acercaba, me mostraba algo que no distinguía
desde lejos. En ese momento la tuve demasiado cerca, me quede perplejo, un frío se apodero de mi cuerpo, no podía moverme; ella desabrochó su camisa, me mostró su pecho lastimado con varios vidrios que en ese momento se incrustaban en mi todo rostro y cuerpo, sentía ardor que me quemaba,
un dolor irremediable; pero cuando ella estuvo
a punto de agarrar mi mano. Un sonido molesto de aparatos que funcionaba en el
lugar que me encontraba hizo que vuelva a la realidad. Estaba en una
cama y las mujeres de blanco me atendían, una de ellas llamaba al doctor, había un gran números
de personas alrededor; y luego hubo silencio por así decirlo porque el ruido
del aparto continuaba atormentándome. Después la vi volver a la mujer de blanco, conversando
con otra mujer, escuche decirle: Él no sobrevivió.
sábado, 2 de abril de 2016
En memoria de mi escultura
Muchos años de soltería viviendo en ese apestoso departamento , las visitas de mi madre son los
días viernes, no venía porque quería sino porque temía que pase de nuevo ,también para referirse de ,porque no salgo
algún lado , el encierro podría llegar hacerme demasiado mal, tal como ese día…
no termino de decirme nada porque comenzó
a llorar . Últimamente no la escuchaba, esta vez me hizo cambiar de
parecer, estaba sola, mis amigas ocupadas siendo madres o en sus trabajos,
necesitaba alguien con quien salir. Decidí utilizar Internet para conocer un hombre.
Entre tantos hombres en esa paginada de “tu pareja ideal” como si esas palabras
fueran ciertas Pero antes de rendirme y eliminarme de la página
encontré a un hombre, su perfil era demasiado interesante, empleado de un banco,
apuesto y soltero. Empecé averiguar más sobre él, me fije en sus familiares y amigos,
para saber si lo que me dice era
realmente verdad. Comprobé que sí. Decide encontrarme con él jueves por la noche. Aunque estaba indispuesta y esa
sensación no era de lo agradable justo en una cita, pero ya habíamos fijado ese
día. En ese momento algo crecía en mi interior
esa necesidad que siempre había estado ausente o no le daba relevancia. A pesar
de que menstruaba tenía ganas de intimidar con él. El encuentro seria en mi departamento, le comente que le prepararía
la cena, éste accedió como todos los
hombres que tienen la idea fija sobre tener
sexo. No podía ocultar esos inmensos deseos de ver su cuerpo desnudo,
tocarlo y que me penetre. Tuve que guardar mis esculturas, algunas personas les parecía horripilantes porque nunca pude
lograr la perfección de las mismas, siempre caen a una figura amorfa, eso me tenía
inmensamente deprimida. Tocaron la
puerta. Era menos de lo que había imaginado, un poco me decepcione. No era tal
y como en sus fotos. Era más relleno y
sus manos grandes, su cabeza parecía pequeña con la proporción de su cuerpo,
igual tenía en mente otros deseos. Comimos, hablamos sobre trabajos, un poco de
nuestro pasado con ciertas parejas, los
proyectos a futuro. Decidí abrir aquel
vino que aun seguía destilando el aroma que me recordaba ese día .el tomo solo
una copa, me acarició mi rostro comenzó acercarse y nos besamos, nuestro cuerpo
hervía aunque el mío se quemaba completamente, veía el rostro de mi amado
reflejados en sus ojos. Cuando estábamos en la cama nos desvestimos demasiado
deprisa y me detuve a contemplar su
cuerpo, una cantidad de grasa abdominal, me subí eufórica encima de él, mientras me
besaba mis senos. Sin embargo fue más rápido el efecto que en el anterior, y se
desvaneció por completo, agarré la cuchilla que tenía bien preparada en mi
almohada y comencé a incrustarle en su pecho después lo fui moldeando,
tal y como a mis esculturas, se podía completar la perfección. Tanto moldearlo llegue hasta
sus órganos algo que no ocurrió con el otro que se salvó justo porque ese día
mi madre me visito por casualidad, era un viernes; y descubrió tal atrocidad
que decidieron internarme en un psiquiátrico.
Esta vez dejo de respirar. Pero yo continuaba con mi obra, ya concluida,
éramos una pareja perfecta, decidí tirar mis esculturas. Ya no servían. Toda mi
pasión vivían en él. En unas horas comenzó a ser diferente ponerse de otro color
su piel, y su fragancia era muy fuerte, cada vez que su cuerpo cambiaba, decidía pasarme la
cuchilla en los brazos y pintarlo con mi sangre. Si no fuera porque mi madre
vino a visitarme un viernes no estaría escribiendo estos hechos desde mi habitación.
lunes, 28 de marzo de 2016
Insaciables deseos mortales
El silencio no es de inocentes (Lo aprendí de ellos),
mientras mi cónyuge me habla sobre su día laboral, mi mente divagaba en aquel recuerdo ardiente
de ese hombre con el que experimenté
fuertes sensaciones, su olor todavía persiste en mi piel, puedo sentirlo. O con
aquel otro que deje mis huellas en su espalada tras intensos orgasmos, ambos me
hacían vibrar, sentirme como una puta deseada. Un calor acrecentaba en todo mi cuerpo a pesar
de bañarme con agua helada era inútil porque a los minutos el fuego persistía.
Mi esposo continuaba hablando sobre esos
sin sentidos problemas del trabajo, por lo tanto me consumía por dentro, ya no lo escuchaba más, sé que sus gestos y su postura eran la
misma de todo los días aunque su aroma era horrible, lo bañe continuamente pero
su cabello se perdía por todo la casa, y más aún por la cocina que era el lugar donde le
gustaba dar esas charlas de trabajos o echarme la culpa de la comida, de que no
sirvo para nada ni para darle placer. Hace
mucho que deje de practicar las relaciones sexuales con mi esposo desde esa
noche que le quería practicar sexo oral pero le vi un gusano en su pene, a pesar de eso ya no sentía sus vociferaciones, culpándome de todo;
sentí revivir nuestro amor. Mi esposo esta vez callaba un largo rato y siempre su mirada se perdía en los cubiertos puestos en la mesa. Creí que renacía el amor
con mi marido pero su cuerpo era muy
degradante y cada día lo veía peor,
ahora no sentía deseo por él. Por eso estaba ansiosa por tener en la cama a mis
amantes. Primero fue Rodolfo y después Matías, ambos comparten la mesa con mi marido. Ellos hablan
de cosas sucias que quieren hacerme, pero como dije anteriormente hace un mes que no tengo relaciones, también a mis amantes les
salieron gusanos de sus penes y huelan mal sin embargo los recuerdos me
incendian, y eso me mantiene viva, aunque ellos sigan mirando los cubiertos con
que los asesine.
lunes, 21 de marzo de 2016
Su sentencia
Antes
de apagar la luz del baño se fue hacia la mesa donde había dejado el vaso de
agua. Cada ruido ocasionado por su garganta le molestaba, pero no tanto como
los ronquidos infernales de su hermano y su padre. Trataba de dormir sin
embargo algo lo mantenía inquieto, ansioso y angustiado. Volvió hacia el baño,
se miró al espejo, abrió su boca y miro bien su garganta, se preguntaba porque le molestaba tanto si fue a varios médicos le dijeron que estaba
sano. Se paseaba en el pasillo agarrándose la garganta, recordó hace unos días
lo que le sucedió a la gallina que había
matado su vecino con una cuchilla bien afilada, le hizo dar escalofríos y una sensación
de tranquilidad aquel recuerdo. Nuevamente
en su cama trato de cerrar sus ojos, cuando por fin estaba por dormirse,
aparecía ese dolor en la garganta. Pero esta vez trato de ignorar aquella sensación,
parecía sentir el gusto de su sangre en el paladar. Un silencio invadió su cuarto
y se dio la ocasión para reflexionar de su miserable vida. Tenía pocos amigos,
y ni siquiera los veía, vivía encerrado jugando al vídeo juego. Ese mismo olor
siempre a su cuarto que aborrecía porque le recordaba que los días se repetirán de por vida y que será
un fracasado. Quería vivir encerrado, aunque sus padres no le permitían, se desvelaba,
y levantaba temprano para ayudar a
limpiar su casa. La tarde pasaba muy rápido,
y solo esperaba siempre la noche. Aunque
la noche era cruel con sus recuerdos, tenía un aroma a traicionera, por algún motivo
temía dormir, sabía que recordaría a su ex novia, que hace un mes que había terminado
la relación, el no pudo decir nada, se
fue en silencio, como en todo discusión de familia o de amigos que tuvo últimamente.
Tampoco consiguió trabajo. No podía hacer que escucharan su voz. Volvía el
dolor de garganta pero esta vez demasiado fuerte, saco de su almohada una
cuchilla afilada del vecino, y se lo incrustó
en su garganta.
sábado, 27 de febrero de 2016
Presagios espectrales
Int .habitación_noche
se encontraba dormida ,entre las sabanas azules varios libros, un tenue luz mostraba su bella figura de mujer
Mariana, soñaba que su abuelo la miraba entre las
rejas verde de su casa, y la saludaba con su mano,ella sonreí y repetía su mismo gesto. pero aparecía detrás de ella estaba dentro de la casa,sentado en la silla del comedor,la miraba fijamente,y en sus ojos
se formaban lagrimas,solo logro decirle,cuida a tu padre,le sucederá algo malo. y en silencio con sus manos en su rostro, el espectro desapareció. Mariana se levanto,estaba exaltada,miro aquel cuarto
oscuro, se escuchaba el ruido del reloj del comedor,se santiguo y rezo
un padre nuestro ,luego volvió a cerrar sus ojos
Int . cocina-día
Mariana miro en silencio a su madre que llevaba
puesto una solera floreada,y en su rostros las ojeras,y el cansancio marcaban su ardua rutina. Después de terminar de ver a su progenitora
,pensó en su sueño,al acercarse a su madre le dijo: Mama ayer soñé que
el abuelo me decía que algo malo le sucedería al papa
Madre:
No creo hija,es solo un sueño( se secaba la transpiración con una servilleta)
Mariana:
Mama , tengo la sensación de que algo malo sucederá,su propio padre me lo dijo.
Su madre continuaba cocinando, cortando los tomates, sin mirar a su hija. ve entrar a su esposo en la cocina El mira hacia abajo ni se fija en ellas, y cae al suelo.trato de agarrarse de su esposa,pero todo su cuerpo quedo tendido en el piso.
Ensueños Eternos
Estaba a su lado, la televisión
a todo volumen como el suele escuchar. Un
partido de boca contra river, no preste atención cual perdía o ganaba, solo
pensaba en aquel hombre que estaba en mi cama, un hombre robusto, con cabellos
rizados y canosos, sus grandes ojos, ahora opacos, eran horribles. Junto a la mesa de luz, a la copa la coloque invertida, era algo que me
gustaba hacer después de terminar de beber cualquier bebida, además disiparía la
sospechas. Trate de dormir, pero el sonido del reloj me despertaba, junto al sonido de las goteras del baño que
nunca fue reparada por este hombre, eso podía
hacer explotar mi consciencia, todo me recordaba a ese miserable; Algo me llamo
la atención no sé por qué, pero las
cortinas habían sido movidas antes por él, como presintiendo los hechos que sucederán.
Las luces de afuera alumbraron la cara
de mi esposo, sus ojos eran de angustia, de dolor. Hasta podría confundirse de amor, es eso que
me hacía falta hace tantos años. Al lado
del él me había sentido una mujer desgraciada, toda era sus exigencias, no podía
dedicarme a mí. Era como su empleada, siguiendo sus pasos, lamiendo sus zapatos, y tratándome mal delante de otras personas. Ni siquiera
me decía algo lindo. He llegado a
reprimir demasiado odio. Hay algo en
esos ojos que me retuercen, me dan puntadas en el estómago, vomito al lado de
la cama, es un dolor inmenso, me falta la respiración .vuelvo sentir unos
fuertes cólicos, esta vez vomito sangre, también se esparce rápidamente en mi cuerpo,
creo que en mi tuvo un efecto más doloroso
que en él. Maldición!! , hasta en eso
tiene suerte. Logre invertir mi vaso, ambos en la misma posición en una mesa de
luz, aquel vino que puse el veneno fue derramado, y una carta revela que mi
marido fue quien me mato y luego se suicidó. Es el honor que se merece tras sus
malos comportamientos por años conmigo,
cuando no podía moverme, recordé que familiares suyos y míos, sabia que me
gustaban colocar los vasos invertidos, quise alcanzar esos vasos pero me sentía
más débil, y la luz me molestaba los ojos, me ardían, hasta que fueron cerrándose
para siempre.
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