viernes, 25 de diciembre de 2015

Preludio milagroso

El aniversario del fallecimiento de mi padre es el 24 de diciembre.  Esos días en  que la gente está festejando la Navidad.  Pero ese día nosotros hacíamos nuestra cena de sacrificios.  Esta vez era  un suceso diferente, porque unas semanas antes  a mi hermano le diagnosticaban  un tumor en su cerebro. Tratábamos de hacerlo feliz en el poco tiempo  de su vida. Por eso,  en noche buena  cazábamos a personas del pueblo.  Es algo irónico que mientras los vecinos buscaban cerdos o pavo para su cena, nosotros  los vigilamos a cada uno de ellos, eligiendo el adecuado para nuestra ceremonia. Esta vez, el indicado  era un joven de la misma edad de mi hermano. Esa noche, mi familia estaba reunida en la mesa, incluyendo a nuestra víctima. Queríamos que mi hermano realice   ese asesinato. La  víctima tenía una tela blanca que ocultaba su rostro, sentíamos su respiración agitada, nos perturbaba el sonido nunca escuchado  en otras matanzas.  Las campanas del pueblo nos indicaban y precisaba ese momento memorable. Nos gustaba esa melodía incesante de las campanadas, era música para nuestros oídos. Luego,  mi hermano  comenzaba  a coartarle los dedos; y la sangre  se expandía por todo el mantel blanco era arte para  mi madre cuando se teñía del color de nuestras víctimas. Mientras amputaba cada parte de su cuerpo,  solo faltaba   la cabeza.  Antes de hacer la última maniobra tenía que estar presente mi padre, que  se encontraba   en el sótano vigilando a los rehenes, para que no puedan escaparse.  Así que lo  llamamos,  y al no escuchar respuesta. Le había dicho  a mi madre que lo busque. Mi hermano  no tuvo paciencia pues la respiración de la víctima lo exasperaba demasiado, agarró y le incrustó el cuchillo en su cuello .Termino de matarlo, y en pocos segundos,  mi madre regresaba  agitada, y entrecortadas  palabras   nos dijo, que mi padre no estaba .Desesperado saque   la manta blanca que  cubría el rostro de  aquel muerto. Revelamos que  era mi padre Pero ningunos nos arrepentimos de tales hechos. Al contrario pensamos que  es un milagro porque mi hermano comenzó a recuperarse. Cada año cenamos una parte del cuerpo de mi padre que guardamos  en el congelador. 

domingo, 22 de noviembre de 2015

Notas del Destino(23/11/15)

Pasaron dos semanas que murió aquel engendro, resultaba un poco dudoso lo que comente sobre su muerte, Escribo estos hechos a que llamare "Notas del Destino" , porque así es cuando me siento mejor, puedo releer y revivir lo que hice con mi hijo, con la satisfacción que le elegí un hermoso destino al lado de Dios. Retomando a lo que sucedió  en  aquella noche, no hubo discusión entre nosotros.  Escuche el golpe del portón que  acostumbraba a realizar esa acción demasiado torpe con sus puños. Esta vez me hice el dormido  dejando  que mi esposa le abriera el portón, luego le dio ese medicamento que lo hace dormir así no vuelva a salir para drogarse.  Espere una hora en mi cama y  después  aproveche para ir a su dormitorio, estaba con una remera sucia de atlético, no tuve tiempo para despedirme, temía que alguien me impida mi acción, aquella que pensé  más de seis años. Mis dedos se incrustaron en su cuello, lo suficientemente  fuerte le apreté para dejar que salga gotas de sangre de su nariz, lo solté y le tome el pulso, No se escuchaba latido alguno, ya había muerto. Llame a mi esposa, ella apareció agitada, y  la pequeña luz que entraba de la venta me hizo ver  su cara, una mirada fija hacia  su hijo y un estremecedor  llanto, lo cual percate para decirle,  ya no renegaras el estará mejor que nosotros.  

martes, 10 de noviembre de 2015

Notas del Destino 10/11/2015

La lluvia golpeaba la tierra removiendo desechos ocultado tras el tiempo. Algo golpeo mi puerta sabía que era él; siempre se acostumbraba a venir después de medianoche, todos los días he tratado de tener un mínimo de esperanza que mejore un poco tras la rehabilitación, pero empeoraba notablemente. No  volví a ser el mismo de antes, ni una sonrisa ni hablar con mis otros hijos de un tema o tomar una cerveza con un familiar. Todo cambio, era un títere impulsado por las circunstancias. Estaba medicado para no  agravar con mis nervios la situación; al mirarme al espejo estaba como muerto, no había  brillo en mis ojos;  una mueca amarga arrastrada por mis pesares dibujaba mi fisonomía. Volví a escuchar golpes aún más fuertes, decidí abrirle la puerta, y comencé a decirle que ya nos había cansado con sus adicción, que en el otra rehabilitación ya no podía quedarse debido a que escapa o hacia algo malo a las personas que trabajaban allí, y ahora que pedí una restricción vuelve a violentar mi casa queriendo robar para consumir esa maldita droga. Y él seguía parado  diciendo maldiciones  e injurias. Mi esposa se quedó en la cama porque era común que haya discusión entre nosotros, pero algo estaba fuera de control, todo los que aguante se desbordo  y puse mis manos en su cuello, escuche como los frágiles huesos se quebrantaban, su rostro se tornaba  rojo y al soltarlo palidecía, dejo de emitir cualquier sonido, mi mujer se agarraba la cabeza, lloraba desconsoladamente. En ese momento no escuche ni pronuncie palabras, tenía mis manos coloradas debido a la fuerza que utilice para matar a mi hijo, sentí que una tranquilidad invadía mi cuerpo. Me llevaron al psiquiátrico, mi esposa e hijos solo me miraban  desde lejos, quizá sea un desconocidos  para ellos. He logrado liberarme y liberar a mi hijo de la única manera, su muerte.

viernes, 9 de octubre de 2015

mortandad sin vestigios

                                                  


Una noche, a las 3 de la mañana me despertó un sonido extraño como un silbido.   Tuve curiosidad pero a la vez temor, apenas me asome por la ventana  y una sombra se presentó  ante mí, tenía un cuerpo extraño con brazos demasiados largos se  quedó inmóvil evaporándose  en unos segundos. No les conté  a nadie lo sucedido prefería averiguar antes de quedar como un enfermo ante mi familia y amigos. Decidí quedar despierto a la misma hora que apareció el forastero,  y esta vez se presenció dentro de mi habitación, comenzó a llevar todo lo que había en esta. Como explicaría lo sucedido, traté de hablar con ese fenómeno pero me ignoraba por completo. Esa noche estuve trabajando, y al entrar en mi casa y dirigirme hacia mi dormitorio   vi un vacío como si nunca existiera tal habitación. Esta vez decidí comentar a mi familia lo del  aquel extraño visitante y lo sucedido. Ellos  me ignoraron, descubrí que  no eran los mismos, algo extraño había transformado sus rostros., permanecían   inmóviles, mirando hacia la única ventana que quedaba de la casa, y con pasos bruscos, unos a unos se fueron por la ventana, aunque quise detenerlos no lo logre, tenían  fuerzas  inhumana. Miré  hacia  la ventana para ver si estaban afuera, pero solo vi una pared. Mi familia había desaparecido, ni siquiera me repuse de mi perplejidad  cuando escuché  ese silbido que me despertó en una habitación  apenas iluminada y, al lado mío había otras personas que no conocía, estaban dormidas pero  despiertas en mi realidad. 

jueves, 4 de junio de 2015

Naranja maldita



Aunque había  varias naranjas, esa fue la elegida por ella.  Era un naranja especial, su color anaranjado que se conservaba  a pesar de los días, como si se tratara de una fruta artificial esas que    están dentro de un canasta de mimbre para  decorar una mesa e  incluso las que retratan  los artistas clásicos  en sus pinturas de bodegón .Todas las demás naranjas eran opacas a diferencia de aquella.  Solo levanté  esa  naranja que estaba en el  piso   y  la acerque  hacia mí para sentir  su  aroma tan fuerte  que después de dos días aromatizaba esa habitación.

   Como dije anteriormente, era una  naranja especial, no solo  por su color, ni por su aroma, ni por su tamaño que a decir verdad era de lo más grande como la de un melón. Aquélla naranja se destacaba ante todas, por el simple hecho de que alguien inyecto un veneno en ese fruto, para que esa  anciana antes de dormir  eligiera esa naranja maldita.

lunes, 13 de abril de 2015

Artista de la muerte en vida

Querido jefe, desde hace días no dejo de oír que la policía me ha capturado, pero en realidad todavía no me ha atrapado. Como ya se habrá enterado,  lo que le   hice a la prostituta. No goce tanto al cogerla, pero si al matarla, es un placer distinto que  se prolonga por más tiempo. Así comencé mi juego: la ate a la cama, le cocí la boca y  con el bisturí le desprendí sus ojos,  mientras  sentía como  convulsionaba, espere  unos minutos y procedí con las orejas. Me despedí de ella al  escuchar  su último suspiro; Es la parte que más me agrada de la víctima.
    También tengo  a   esas niñas , sus  inocencias  me cautiva debido a que  siempre a la noche les  muestro los ojos y orejas de mis víctimas y se escuchan sus llantos prolongados, como gatas en celo.,  Para mí son bellas melodías que me sirven como inspiración para continuar mi trabajo.
         No dejare de escribirle, porque me gusta que alguien conozca mi arte, soy el artista de la muerte en vida.  Tengo que seguir planeando  en la oscuridad  porque es donde aflora mi  conciencia  y me  brinda maneras de torturar hasta la muerte de  mis víctimas. Me  despido jefe, pero no sin antes   jugar con ustedes, aquí tienen otro entre tantos mensajes sin descifrar:
                  FZ QOITYP  XPS  PYP  P  SOIE  TM  XORIE  QUYDOT  PFZ  MEDEZFU IUF. QTYE  XPSPYY  SUIUF  XZTRSYE  BZBP.
           XTTRKOTYE  TR  ORPKOTBP  MTHEFIT  MP  KZOIPI  PMMZ  RE  FT  TFKOKÑPP  MEF  JYSUFIT  MPF  PMXPF  DOT  KERBZBTR  KERXZYE.

miércoles, 8 de abril de 2015

El retorno de las Isabela's

                            

Era una  habitación agradable, tenía sillones  viejas  y   su escritorio era   pequeño. El olor del lugar  era como el de una biblioteca  pública antigua. Le llamo la atención  un adorno que tenía  la figura de tres cabezas humana de material de acero, ordenadas de mayo a menor; además de los cuadros que indicaban sobre el perfeccionamiento constante  en su profesión, también había una pecera y en  la misma había cuatros peces de color anaranjados. Luego la interrumpió en su concentrada observación cuando él le dijo: ¿Qué es lo te está pasando?  Pero Isabela  ignorando la pregunta, comenzó hablar sobre lo difícil que era ubicarse  para llegar  al  consultorio, y en ese silencio de ambos, como esperando el doctor que respondiera a su pregunta, luego de unos segundos que fueron eternos, pues  ella no sabía  por dónde empezar. Era algo extraño porque Isabela  había  ordenados los problemas y  dudas haces un mes, porque  sabía que iría en algún momento al psiquiatra, y solo  recordó  una duda, ella dijo: creo que tengo el  síndrome de asperger, y el psiquiatra la observo unos instantes  y le respondió: tú no  lo tienes.  Se sentía calmada pero a la vez estaba ese problema que la acompañaba seguido en su infeliz existencia, del porque fue tan difícil su niñez hasta su adolescencia. El  doctor le dio para que se realizara algunos estudios neuronales. Siguieron hablando cuando interrumpió  el psiquiatra con su pregunta de cómo era su padre, en que trabajaba. Ella se quebranto por dentro como una hoja de otoño que es pisadas varias veces hasta desintegrarse en la tierra. Comenzó a llorar no hubo quien la calmara, el psiquiatra sacaba  temas, pero ella quedo con la imagen de su padre como si tuviera una fotografía  y se le vinieran todos los  momentos que pasaron; esas trágicas horas que parecieran años que siguen golpeándola y arrastrándola  hacia lo más profundo; y entre tantos intentos en uno acertó, luego  el médico le pregunto: ¿tienes  novio?, ella respondo: si. Siguieron las preguntas  y hablaron de todo un poco, incluso de su abuela, qué no solo ella la consideraba autoritaria antes de que le dijera eso, el doctor se adelanto diciendo algo sobre la autoridad de la anciana. Hasta que termino el médico concluyendo: Eres bella, intelectualmente buena y no dejes que nadie te  subestime mal, esas palabras  fueron tan alentadoras para Isabela .Después de que te realices los estudios vuelves nuevamente a verme, le dijo el psiquiatra.  Despidió a su doctor  diciendo: Esta vez se donde queda el consultorio, no me perderé.
          Solo  fueron pocas  horas de sentirse perfectamente bien, pero volvieron esas despreciables ideas que la atormentaban constantemente,   algunas preguntas  fueron deslizándose sobre los primeros recuerdos unas de esas fue,  si  era una persona inteligente que había llegado a leer  con solo cuatros años de edad un cuento de niños que ni recuerda, o solo fue propia creación para esconder la realidad que  era la de una niña que le costaba demasiado aprender a leer y a escribir y no te digo la matemáticas era  la más odiada para ella. Su madre la castigaba y la golpeaba con el cinto, cuando sacaba una  nota demasiado baja, debido a que trabajaba en la misma institución donde Isabela  estudiaba, fueron siete años que Isabela estuvo en esa escuela, además su progenitora decía que   sus colegas no debían pensar que su hija era una alumna  con malas calificaciones. Pero aunque Isabela tenía todas esas ideas, se le hacía difícil tratar de saber quién era, cuál de las niñas  que se atribuye  en los recuerdos era ella.

     Pasaron semanas hasta  que Isabela se hizo esos estudios. Caminaba apresurada para llegar a horario al psiquiatra. Cuando entro, todo era  distinto, el consultorio tenía sillones nuevos, el escritorio era inmenso, la pecera estaba vacía, los cuadros yacían en el suelo. En la silla del psiquiatra estaba sentado un niño  como de doce  años, le pregunte sobre su parentesco o quien era  si tenía alguna  relación  familiar con  el .Su preocupación crecían más aun, quien era ese pequeño, no sabía  nada de él,   en eso instante le vino un pensamiento de que  si estaba enloqueciendo. El sonreía al mirarla tan desconcertada entonces  le tomo de las manos y dijo:   No te preocupes, ya habrá tiempo para conocernos. Isabela tenía un susto y  delataba en su palidez aun más  blanca que las paredes de la habitación. En ese momento el niño   miro hacia todos lados, y emitió un chillido estremecedor  que parecía de un gato en celo; Y de repente  aprecio  muchas figura embriagadas  por sombra  que se retrataban  en las paredes con espeluznante   pequeñas niñas;   algunos tenían enormes cabezas y otras demasiados pequeñas  pero duraron unos instante, antes de que  todas explotaron como burbujas dejando manchas en las paredes que cualquiera confundirían con humedad, solo Isabela sabía que no lo eran. Antes de marcharme  te diré algo, repuso una voz Indefinida: tenías  cien niñas dentro de ti  y tendrás nuevos nacimientos.   Con respecto al retorno de las Isabela's, no te preocupes, volveré a matarlas.