El aniversario del fallecimiento de mi padre es el
24 de diciembre. Esos días en que la gente está festejando la Navidad. Pero ese día nosotros hacíamos nuestra cena de
sacrificios. Esta vez era un suceso diferente, porque unas semanas antes
a mi hermano le diagnosticaban un tumor en su cerebro. Tratábamos de hacerlo
feliz en el poco tiempo de su vida. Por
eso, en noche buena cazábamos a personas del pueblo. Es algo irónico que mientras los vecinos
buscaban cerdos o pavo para su cena, nosotros los vigilamos a cada uno de ellos, eligiendo el
adecuado para nuestra ceremonia. Esta vez, el indicado era un joven de la misma edad de mi hermano.
Esa
noche, mi familia estaba reunida en la mesa, incluyendo a nuestra víctima. Queríamos
que mi hermano realice ese asesinato.
La víctima tenía una tela blanca que
ocultaba su rostro, sentíamos su respiración agitada, nos perturbaba el sonido
nunca escuchado en otras matanzas. Las campanas del pueblo nos indicaban y precisaba
ese momento memorable. Nos gustaba esa melodía incesante de las campanadas, era
música para nuestros oídos. Luego, mi
hermano comenzaba a coartarle los dedos; y la sangre se expandía por todo el mantel blanco era
arte para mi madre cuando se teñía del
color de nuestras víctimas. Mientras amputaba cada parte de su cuerpo, solo faltaba la cabeza.
Antes de hacer la última maniobra tenía que
estar presente mi padre, que se
encontraba en el sótano vigilando a los rehenes, para que
no puedan escaparse. Así que lo llamamos, y al no escuchar respuesta. Le había dicho a mi madre que lo busque. Mi hermano no tuvo paciencia pues la respiración de la víctima
lo exasperaba demasiado, agarró y le incrustó el cuchillo en su cuello .Termino
de matarlo, y en pocos segundos, mi
madre regresaba agitada, y entrecortadas
palabras nos dijo,
que mi padre no estaba .Desesperado saque la
manta blanca que cubría el rostro de aquel muerto. Revelamos que era mi padre Pero ningunos nos arrepentimos de
tales hechos. Al contrario pensamos que es un milagro porque mi hermano comenzó a recuperarse.
Cada año cenamos una parte del cuerpo de mi padre que guardamos en el congelador.
viernes, 25 de diciembre de 2015
domingo, 22 de noviembre de 2015
Notas del Destino(23/11/15)
Pasaron dos semanas que murió aquel engendro, resultaba un
poco dudoso lo que comente sobre su muerte, Escribo estos hechos a que llamare "Notas del Destino" , porque así es
cuando me siento mejor, puedo releer y revivir lo que hice con mi hijo, con la satisfacción
que le elegí un hermoso destino al lado de Dios. Retomando a lo que sucedió en aquella
noche, no hubo discusión entre nosotros. Escuche el golpe del portón que acostumbraba a realizar esa acción demasiado
torpe con sus puños. Esta vez me hice el dormido dejando que mi esposa le abriera el portón, luego le
dio ese medicamento que lo hace dormir así no vuelva a salir para drogarse. Espere una hora en mi cama y después aproveche para ir a su dormitorio, estaba con
una remera sucia de atlético, no tuve tiempo para despedirme, temía que alguien
me impida mi acción, aquella que pensé más
de seis años. Mis dedos se incrustaron en su cuello, lo suficientemente fuerte le apreté para dejar que salga gotas de
sangre de su nariz, lo solté y le tome el pulso, No se escuchaba latido alguno,
ya había muerto. Llame a mi esposa, ella apareció agitada, y la pequeña luz que entraba de la venta me hizo
ver su cara, una mirada fija hacia su hijo y un estremecedor llanto, lo cual percate para decirle, ya no renegaras el estará mejor que
nosotros.
martes, 10 de noviembre de 2015
Notas del Destino 10/11/2015
La lluvia golpeaba la tierra removiendo desechos ocultado
tras el tiempo. Algo golpeo mi puerta sabía que era él; siempre se acostumbraba
a venir después de medianoche, todos los días he tratado de tener un mínimo de esperanza
que mejore un poco tras la rehabilitación, pero empeoraba notablemente. No volví a ser el mismo de antes, ni una sonrisa
ni hablar con mis otros hijos de un tema o tomar una cerveza con un familiar. Todo
cambio, era un títere impulsado por las circunstancias. Estaba medicado para no
agravar con mis nervios la situación; al
mirarme al espejo estaba como muerto, no había brillo en mis ojos; una mueca amarga arrastrada por mis pesares
dibujaba mi fisonomía. Volví a escuchar golpes aún más fuertes, decidí abrirle
la puerta, y comencé a decirle que ya nos había cansado con sus adicción, que
en el otra rehabilitación ya no podía quedarse debido a que escapa o hacia algo
malo a las personas que trabajaban allí, y ahora que pedí una restricción vuelve
a violentar mi casa queriendo robar para consumir esa maldita droga. Y él seguía
parado diciendo maldiciones e injurias. Mi esposa se quedó en la cama
porque era común que haya discusión entre nosotros, pero algo estaba fuera de control,
todo los que aguante se desbordo y puse
mis manos en su cuello, escuche como los frágiles huesos se quebrantaban, su
rostro se tornaba rojo y al soltarlo palidecía,
dejo de emitir cualquier sonido, mi mujer se agarraba la cabeza, lloraba desconsoladamente.
En ese momento no escuche ni pronuncie palabras, tenía mis manos coloradas
debido a la fuerza que utilice para matar a mi hijo, sentí que una tranquilidad
invadía mi cuerpo. Me llevaron al psiquiátrico, mi esposa e hijos solo me
miraban desde lejos, quizá sea un
desconocidos para ellos. He logrado liberarme
y liberar a mi hijo de la única manera, su muerte.
viernes, 9 de octubre de 2015
mortandad sin vestigios
Una noche, a las 3
de la mañana me despertó un sonido extraño como un silbido. Tuve curiosidad pero a la vez temor, apenas
me asome por la ventana y una sombra se presentó
ante mí, tenía un cuerpo extraño con
brazos demasiados largos se quedó
inmóvil evaporándose en unos segundos.
No les conté a nadie lo sucedido prefería
averiguar antes de quedar como un enfermo ante mi familia y amigos. Decidí
quedar despierto a la misma hora que apareció el forastero, y esta vez se presenció dentro de mi habitación,
comenzó a llevar todo lo que había en esta. Como explicaría lo sucedido, traté
de hablar con ese fenómeno pero me ignoraba por completo. Esa noche estuve
trabajando, y al entrar en mi casa y dirigirme hacia mi dormitorio vi un vacío
como si nunca existiera tal habitación. Esta vez decidí comentar a mi familia
lo del aquel extraño visitante y lo
sucedido. Ellos me ignoraron, descubrí
que no eran los mismos, algo extraño
había transformado sus rostros., permanecían inmóviles,
mirando hacia la única ventana que quedaba de la casa, y con pasos bruscos, unos
a unos se fueron por la ventana, aunque quise detenerlos no lo logre, tenían fuerzas inhumana. Miré hacia la ventana para ver si estaban afuera, pero
solo vi una pared. Mi familia había desaparecido, ni siquiera me repuse de mi perplejidad
cuando escuché ese silbido que me despertó en una habitación apenas iluminada y, al lado mío había otras personas
que no conocía, estaban dormidas pero despiertas en mi realidad.
jueves, 4 de junio de 2015
Naranja maldita
Aunque había
varias naranjas, esa fue la elegida por
ella. Era un naranja especial, su color
anaranjado que se conservaba a pesar de
los días, como si se tratara de una fruta artificial esas que están dentro
de un canasta de mimbre para decorar una
mesa e incluso las que retratan los artistas clásicos en sus pinturas de bodegón .Todas las demás
naranjas eran opacas a diferencia de aquella. Solo levanté esa
naranja que estaba en el piso y la acerque hacia mí para sentir su aroma tan fuerte que después de dos días aromatizaba esa habitación.
Como
dije anteriormente, era una naranja
especial, no solo por su color, ni por
su aroma, ni por su tamaño que a decir verdad era de lo más grande como la de
un melón. Aquélla naranja se destacaba ante todas, por el simple hecho de que
alguien inyecto un veneno en ese fruto, para que esa anciana antes de dormir eligiera esa naranja maldita.
lunes, 13 de abril de 2015
Artista de la muerte en vida
Querido jefe, desde hace días no dejo de oír que la
policía me ha capturado, pero en realidad todavía no me ha atrapado. Como ya se
habrá enterado, lo que le hice a la prostituta. No goce tanto
al cogerla, pero si al matarla, es un placer distinto que se prolonga por
más tiempo. Así comencé mi juego: la ate a la cama, le cocí la boca y con
el bisturí le desprendí sus ojos, mientras sentía como
convulsionaba, espere unos minutos y procedí con las orejas. Me despedí
de ella al escuchar su último suspiro; Es la parte que más me
agrada de la víctima.
También tengo a
esas niñas , sus inocencias me cautiva debido a que
siempre a la noche les muestro los ojos y orejas de mis víctimas y
se escuchan sus llantos prolongados, como gatas en celo., Para mí son
bellas melodías que me sirven como inspiración para continuar mi trabajo.
No
dejare de escribirle, porque me gusta que alguien conozca mi arte, soy el
artista de la muerte en vida. Tengo que seguir planeando en la
oscuridad porque es donde aflora mi conciencia y me
brinda maneras de torturar hasta la muerte de mis víctimas. Me
despido jefe, pero no sin antes jugar con ustedes, aquí tienen otro
entre tantos mensajes sin descifrar:
FZ QOITYP XPS PYP P SOIE TM XORIE
QUYDOT PFZ MEDEZFU IUF. QTYE XPSPYY SUIUF
XZTRSYE BZBP.
XTTRKOTYE TR ORPKOTBP MTHEFIT MP KZOIPI
PMMZ RE FT TFKOKÑPP MEF JYSUFIT MPF
PMXPF DOT KERBZBTR KERXZYE.
miércoles, 8 de abril de 2015
El retorno de las Isabela's
Era una habitación agradable, tenía sillones viejas y su escritorio era pequeño. El olor del lugar era como el de una biblioteca pública antigua. Le llamo la atención un adorno que tenía la figura de tres cabezas humana de material
de acero, ordenadas de mayo a menor; además de los cuadros que indicaban sobre
el perfeccionamiento constante en su profesión,
también había una pecera y en la misma
había cuatros peces de color anaranjados. Luego la interrumpió en su
concentrada observación cuando él le dijo: ¿Qué es lo te está pasando? Pero Isabela ignorando la pregunta, comenzó hablar sobre lo
difícil que era ubicarse para
llegar al consultorio, y en ese silencio de ambos, como
esperando el doctor que respondiera a su pregunta, luego de unos segundos que
fueron eternos, pues ella no sabía por dónde empezar. Era algo extraño porque
Isabela había ordenados los problemas y dudas haces un mes, porque sabía que iría en algún momento al
psiquiatra, y solo recordó una duda, ella dijo: creo que tengo el síndrome de asperger, y el psiquiatra la
observo unos instantes y le respondió:
tú no lo tienes. Se sentía calmada pero a la vez estaba ese problema
que la acompañaba seguido en su infeliz existencia, del porque fue tan difícil
su niñez hasta su adolescencia. El
doctor le dio para que se realizara algunos estudios neuronales.
Siguieron hablando cuando interrumpió el
psiquiatra con su pregunta de cómo era su padre, en que trabajaba. Ella se
quebranto por dentro como una hoja de otoño que es pisadas varias veces hasta
desintegrarse en la tierra. Comenzó a llorar no hubo quien la calmara, el
psiquiatra sacaba temas, pero ella quedo
con la imagen de su padre como si tuviera una fotografía y se le vinieran todos los momentos que pasaron; esas trágicas horas que
parecieran años que siguen golpeándola y arrastrándola hacia lo más profundo; y entre tantos
intentos en uno acertó, luego el médico
le pregunto: ¿tienes novio?, ella
respondo: si. Siguieron las preguntas y
hablaron de todo un poco, incluso de su abuela, qué no solo ella la consideraba
autoritaria antes de que le dijera eso, el doctor se adelanto diciendo algo
sobre la autoridad de la anciana. Hasta que termino el médico concluyendo: Eres
bella, intelectualmente buena y no dejes que nadie te subestime mal, esas palabras fueron tan alentadoras para Isabela .Después
de que te realices los estudios vuelves nuevamente a verme, le dijo el
psiquiatra. Despidió a su doctor diciendo: Esta vez se donde queda el
consultorio, no me perderé.
Solo
fueron pocas horas de sentirse
perfectamente bien, pero volvieron esas despreciables ideas que la atormentaban
constantemente, algunas preguntas fueron deslizándose sobre los primeros
recuerdos unas de esas fue, si era una persona inteligente que había llegado
a leer con solo cuatros años de edad un
cuento de niños que ni recuerda, o solo fue propia creación para esconder la
realidad que era la de una niña que le
costaba demasiado aprender a leer y a escribir y no te digo la matemáticas
era la más odiada para ella. Su madre la
castigaba y la golpeaba con el cinto, cuando sacaba una nota demasiado baja, debido a que trabajaba en
la misma institución donde Isabela estudiaba, fueron siete años que Isabela
estuvo en esa escuela, además su progenitora decía que sus colegas no debían pensar que su hija era
una alumna con malas calificaciones.
Pero aunque Isabela tenía todas esas ideas, se le hacía difícil tratar de saber
quién era, cuál de las niñas que se
atribuye en los recuerdos era ella.
Pasaron semanas hasta que Isabela se hizo esos estudios. Caminaba
apresurada para llegar a horario al psiquiatra. Cuando entro, todo era distinto, el consultorio tenía sillones nuevos,
el escritorio era inmenso, la pecera estaba vacía, los cuadros yacían en el
suelo. En la silla del psiquiatra estaba sentado un niño como de doce años, le pregunte sobre su parentesco o quien
era si tenía alguna relación
familiar con el .Su preocupación
crecían más aun, quien era ese pequeño, no sabía nada de él,
en eso instante le vino un pensamiento de que si estaba enloqueciendo. El sonreía al
mirarla tan desconcertada entonces le
tomo de las manos y dijo: No te preocupes,
ya habrá tiempo para conocernos. Isabela tenía un susto y delataba en su palidez aun más blanca que las paredes de la habitación. En
ese momento el niño miro hacia todos
lados, y emitió un chillido estremecedor
que parecía de un gato en celo; Y de repente aprecio
muchas figura embriagadas por sombra
que se retrataban en las paredes con espeluznante pequeñas niñas; algunos tenían enormes cabezas y otras
demasiados pequeñas pero duraron unos
instante, antes de que todas explotaron
como burbujas dejando manchas en las paredes que cualquiera confundirían con humedad,
solo Isabela sabía que no lo eran. Antes de marcharme te diré algo, repuso una voz Indefinida: tenías
cien niñas dentro de ti y tendrás nuevos nacimientos. Con
respecto al retorno de las Isabela's,
no te preocupes, volveré a matarlas.
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