Es complicado definir
lo que estoy haciendo realmente, si será productivo o no. Tal vez todo está muy alejado
de mis expectativas, por aquellas cosas que me dejan estar días enteros en la cama,
viendo las series o algún programa de entretenimiento, descubriendo las destrezas del ser humano rozando a la
locura. Pero no puedo estar segura si soy yo realmente el loco. Podría dudar sobre algunas pesadillas, donde en sueño aparecen gente que no conozco, tal vez estén muertas y
se comunican conmigo debido a sus sufrimientos, quizás sean demonios, todo
explicado desde la religión que están tan metida en cada uno de nosotros,
queramos o no. Siempre esta esa duda si dios existe. Pero a pasar los años hay
manera de martirizar al ser humano; y todo gira en la misma repetición sobre la
discriminación, la violencia, la adicción, y en palabra mayor la guerra. Todas esas
palabras envueltas en una creencia sea cual fuere, nos está matando. Aunque para
decir verdad estoy muerto. Como puedes
escribir estas palabras capaz que te
preguntes. Aun es difícil responder a eso. Pero si siguen mis lecturas poco a
poco descubrirán. Ya ves que no soy de escribir tanto. Son mis frustraciones de una niñez inventada, pero
poco a poco me iré soltando. Todos
tenemos recuerdo de la niñez, algunos se acuerdan un poco, y otros por medios
de familiares a través de anécdotas. Pero yo no recuerdo mucho, y nadie habla
de cuando era niño. Así crecí con muchas dudas sobre mi existencia. Difícil es despedirme, más aun cuando aquella
que me escribe cree que deseo salir e irme lejos. Quiero estar encarnado en todos lados, no soy un personaje, tampoco
un escritor o una escritora.
Desgraciadamente tengo que dejarlos,
pero volveré para seguir con lo que empecé.
sábado, 24 de junio de 2017
Mal tiempo
Lo que el viento no supo es que el tiempo era nuestro jinete del destino. Y cuando su ausencia se
precipitó todos los hombres cayeron al abismo.
domingo, 18 de junio de 2017
Su propia creación
Dibujaba todas las tardes distintos tipos de aves; también le gustaba observar en el pequeño jardín de mamá,
los nidos de algún hornero. Me llamaba
con entusiasmo cuando un colibrí merodeaba las flores. Su conducta cambiaba de
repente de noche, y ya no hablaba con
nadie. Solo trazaba nuevamente aves, y pegaba en toda las paredes de su habitación. Una mañana me dijo, que ella quisiera saber lo que sienten
los pájaros. Hubo un tiempo en que los vientos eran constantes; solo plumas
rodearon el fondo de nuestra casa, y
llegaron hacia la ventana de Isabela, entusiasmada las
guardaba en su cajón.
Una mañana me despertó un sonido de aves proveniente de la habitación de
Isabela, me quede perpleja al ver muchos pájaros alrededor de ella. Estaba desnuda solo se cubría de plumas, me miro diferente; y sin haberme
dirigido una palabra saltó de la ventana
junto a las golondrinas, colibrís, palomas y demás aves.
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