Un enorme espejo en una de las paredes de la habitación reflejaba una realidad distinta. No eran la mismas paredes, ni el techo, tampoco la puerta. En cuanto a la cama era aún más extraño por su enormidad que no tenía fin. Averigüe por todos los medios tecnológicos las características de los espejos mágicos es lo que pensé que podría ser al principio, también para convencerme que sólo, la señora Dolores me había alquilado la casa con algo de ese estilo. Aunque trataba de comunicarme con ella pero no contestaba. No era que me molestaba o me sentía incómodo por ese espejo, más bien quería saber porque cuando me fijaba en el mismo, todo cambiaba. Era la incertidumbre que me incitaba a llamar a esa señora para saber la respuesta. Pero no me respondía, entonces recordé que me anotó su dirección por si acaso no pueda responder mis llamadas. Porque según ella era un poco sorda y no escuchaba el teléfono. Por eso decidí visitarla, cuando llegue a su casa observe que ese lugar espeluznante, tenía enredaderas que cubrían hasta las ventanas, y la casa no se visualizaba por las cantidades de plantas y árboles que habitaba en cada parte se su hogar.
Aplaudí varias veces, pero nadie contestaba. Comencé a pensar que tal vez se fue a casa de un familiar. Mientras tanto intente llamar a su teléfono pero todo intento fue en vano. Nadie contestaba en la casa menos aún en mis llamadas. De repente vi entrar en la casa a una joven muy hermosa. Pensé que sería su nieta, entonces me presente, y luego le pregunte por su abuela. Me contesto que se fue de visita a lo de un pariente enfermo. No me animaba a decirle lo de mi duda con respecto al objeto que tengo en casa. Pero igual se lo comente.
Fue cuando ella se rió a carcajadas. A lo que inmediatamente me contestó que es algo mágico. Que a su abuela de joven le gustaba realizar trucos de magia. Pero en su otra casa materna dejó todo sus elementos después de casarse. . Eso me dejó más tranquilo al saber lo que realmente era. Le agradecí, y le pedí su número. Ella me dio el contacto de su abuela. Aunque le dije que ya tenía ese número de su pariente. Magda, estuvo en silencio. Sin más que decir, para no perpetuar ese incomodo momento decidí despedirme. Regrese a casa, ya era muy tarde cuando me fui a acostar; y observé en el espejo la luz del día. No podía comprender ese cambio porque todavía era de noche. Me acerque un poco más, y vi a un hombre corriendo del otro lado; como si estuviera perdido. Pensé que era producto de mi cansancio. Pero esta vez un hombre viejo me miraba fijamente, tenía un cuchillo, y quería romper el espejo. Asustado trate de dormir, sin embargo el ruido era cada vez más fuerte. Aún más raro fue cuando me llamó por mi nombre.
Me acerqué con desconfianza y terror, le pregunté quien era. Él me contesto que era el ex esposo de Dolores. Me comento también que la anciana lo encerró en ese lugar para que ella permanezca eternamente joven; y que posiblemente iba a ser lo mismo conmigo.
Terminó de decir esa frase; y la bella figura de la nieta apareció en la habitación. Tenía puesto un camisón blanco y transparente, podía ver su desnudo cuerpo. Me desvaneció su perfume. Ella me condujo a la cama. Sus besos fueron ardientes, sus caricias dominó mi cuerpo.
Como consecuencia al despertar éramos dos en el espejo.
